sábado, 17 de diciembre de 2011

ANHELO DESDE LA OSCURIDAD - Capítulo Undécimo.




“Espejos rotos”


Carlisle y yo seguíamos en la puerta a la espera de que alguno reaccionase, y tomando en consideración que yo ya había dicho mi parte del guión en la cual exigía lo que él tenía de mi propiedad, era de esperarse que me saliera con un muy acertado y poco previsible “Toma a Isabella, Edward. Tengan una buena y larga existencia. Te deseamos lo mejor y te escribiremos en navidad”. O la otra opción, —menos razonable—, pero más predecible era que me dijese: “¡Maldito bastardo malagradecido! ¿Cómo osas pisar mi casa después de cincuenta años de ausencia? ¡Lárgate de aquí!”...pero no.