"DEBERÍAS TEMERME"
Sin
Jacob Black en mi camino todo era más fácil ahora. Sin molesta presencia Bella
se había saturado un poco en su trabajo, pero “milagrosamente” aparecía yo y le
ofrecía una mano amiga. La ayudaba con las cuentas y clasificación de personal,
además de una serie de eventualidades que también le tocaba que sobrellevar por
ser la gerente general de Cullen´s Publicity Office.
Gracias
al cielo; y mi bajo sentido de lo ético; Bella dejó de pensar que a su
“amiguito” le había ocurrido algo malo. En vez de eso logré influir en ella
para que creyera que él la había abandonado al ver la serie de obligaciones que
tenía, o a lo mejor se había escapado con una chica.
Si,
las cosas estaban saliendo como yo quería.
Se
suponía que a las veinte horas me vería con Isabella en su departamento; y a
penas eran las tres de la tarde. No tenía nada que hacer. Ya había puesto al
día absolutamente todo: las cuentas bancarias, las inversiones, las llamadas de
negocios, e incluso había hecho los quehaceres de la casa.
No
es que me fascinara hacer de “doméstica” pero con algo debía matar el
aburrimiento, ¿Cierto?. Ser inhumanamente rápido puede hacer que el ritmo de
vida normal se vuelva largo y tedioso; como se me estaba haciendo esta
condenada espera por la cita con Bella. Según ella yo iría a su casa por primera
vez y para ayudarla con el cerro de trabajo acumulado que tenía en su
escritorio. Habían pasado tres días desde que nos quedamos hasta tarde en su
oficina repasando inventarios y listas de recursos humanos.
Todo
eso era lo más tedioso de mi papel, tenía que soportar la lidiosa actuación de
“buen chico” mientras me aseguraba que ella cayera en mis redes, cuando
estuviese seguro de que no podría olvidarme aunque le diera Alzheimer entonces
procedería a transformarla. Según las teorías de Carlisle nuestros dones y
sentimientos se intensificaban al transformarnos; basados en mis propias habilidades
podía dar crédito de eso.
O al
menos quería creerlo. Solo así toda esta porquería de espera tendría algún
sentido para mí.
Ojalá
así fuese.
- - ¡Hola, Edward! ¡Pasa! – dijo Isabella después de quedarse deslumbrada por mí en la entrada de su casa.
No es
simple arrogancia, la verdad es que me encantaba dedicarle mi sonrisa torcida
para disfrutar de su rostro exquisito que parecía extasiarse con solo observar
el mío. Eso me hacía sentir más dueño de ella.
- - Buenas noches, Bella. ¿Cómo has estado? Aparte de ocupada, pues eso es lo que me trae acá. <<…Y mi total y completa demencia posesiva por ti…>> - dije al pasar por su lado y escuché con claridad como sus fosas nasales se dilataron para permitir que más aire llenara su nariz de mi fragancia.
Sabía
que mi olor natural era una forma de atrapar a mi presa. Y además me gustaba
utilizar una fragancia fresca y masculina como la Issey Miyake clásica.
A
ella parecía fascinarle puesto que; basado en las ocasiones anteriores en las
cuales me encontré con ella; cuando estábamos juntos inhalaba lo más cerca de
mí que le permitiese una conducta socialmente correcta.
Si supiera
que yo la había espiado y acechado de las maneras más viles y enfermizas, y
peor aún, que no tenía ningún remordimiento de conciencia por eso. Muy por el
contrario, esperaba que ella finalmente me diera la señal de que estaba
enamorada de mí para dar el paso definitivo. Convertirla en lo que yo era, un
vampiro. Quería que compartiéramos la infinidad de nuestras vidas.
Un amor
inmortal.
Si suena
cursi, no me importa. Ese era mi deseo y lo que yo quería. Se cumplía, así que
Isabella Marie Swan sería mí compañera más pronto que tarde.
Me sonrió
con timidez y su mirada me esquivó tal y como hacía cuando se sentía apenada
por algo. En ese momento no comprendí su reacción. Odié no poder leer su mente.
- Preparaba
la cena…- << ¡Ahh comida mortal de nuevo! ¡Asco! >> - y arreglaba
los pendientes que vamos a revisar y poner al día.
- Ya. –
asentí y me senté en el sofá.
- ¿Gustas
algo de beber antes de la comida? Aunque esta ya está casi lista…- adoraba
verla titubear; su autocontrol se esfumaba si me tenía cerca.
Negué
con la cabeza. – Esperaré el plato fuerte. – le guiñé un ojo con picardía
causando con esto que sus latidos se incrementaran hasta colmar la sala de
estar con su sonido.
Contuve
una risa burlona.
La cena
estuvo en diez minutos, ella sirvió y cuidó cada detalle de la presentación de
los platos. Se veía muy dedicada y para variar eso también me gustó. No podía
haberme topado con alguien mejor para erradicar mi soledad. Isabella era la
mujer perfecta que debía ser inmortalizada.
Y así
sería.
- - No… la verdad creo que deberíamos dejar todo hasta aquí, Edward. Es muy tarde y no deberías esperar a que se haga más tarde…- me dijo Bella con reticencia al percatarse que pasaban de las once de la noche en aquel momento.
- - Tranquila, Bella. Yo traje mi carro y el camino hasta mi casa no es peligroso… - << Lo único peligroso en ese trayecto soy yo>> - Además te prometí que te ayudaría…
- - Pero ya hiciste suficiente por esta noche. No quiero que te molestes…
- - A mí no me molesta ayudarte...- la interrumpí – en nada. Creo que he sido lo bastante claro cuando te he dicho que puedes llamarme a cualquier hora tanto del día como de la noche si me necesitas para algo.
- - Sí, lo sé y te lo agradezco. Pero no por eso voy a aprovecharme de ti. – lo dijo con tanta preocupación, que mentiría si digo que solo me conmovió. También me causó mucha gracia puesto que ella ignoraba que de lo único que me cansaba era de esperarla.
Sin poder
reprimir el comentario que se me salió a continuación:
- - Personalmente, no me molestaría que abusaras de mí. – mi tono era seductor en apariencia con un trasfondo divertido.
Isabella
se puso de color carmesí y apenas pude contener el deseo de probar esa
deliciosa sangre que la ponía de aquella manera tan irresistiblemente sexi.
La anhelaba…la
quería…la am… la… eh…
En
fin.
Me regodeé
en su timidez.
- - Edw…ard. Deja de decir necedades. – se hundió más de lo estaba entre sus mullidos cojines del sofá. Además tomó uno y lo apretó contra su pecho; como si así pudiese calmar los latidos desaforados de su corazón.
- - ¿Te intimido, Bella? – mi expresión se tornó más seria. Eso me interesaba demasiado como para bromear en ese momento - ¿Te doy miedo?
Ella
negó con la cabeza y tragó grueso, pero no habló.
- - ¿Te gusto?
La pregunta
de fuego…
- - Ah…yo…Edward yo…digo tú…
- - Isabella no balbucees. Solo dime. Si me dices que no… - << Igual no te dejaré >> - …no hay ningún problema.
- - ¿Y si te digo que sí? – pronunció en un débil susurro.
- - Entonces te diría que el sentimiento es recíproco.
- - ¿En serio? – abrió los ojos como platos – yo te…
Asentí
satisfecho y algo aliviado también.
- - Tú me gustas, Isabella Marie Swan. Me gustaste desde el mismo momento en que cruzaste la puerta de esa cafetería atestada de gente. Y más desde que decidiste ir a mi mesa a preguntar si me cono…- me detuve en seco ya que esa duda me atormentaba. - ¿De dónde te parecí conocido?
Su sonrojo
me enigmó más. ¿Qué me escondía?
- - Yo… - se aclaró la garganta y me miró a los ojos. – Pensarás que estoy loca, pero igual lo pienso decir…- la animé con la mano a que continuara - …Yo te vi en sueños varias veces, Edward. Después de encontrarnos en la cafetería intenté hacer memoria de donde me parecías familiar, y luego de mucho pensar…recordé que había soñado un par de veces. Sé que suena descabellado…
- - No…a partir de cuando empezaron esos sueños? – tal vez mi actitud le parecería demasiado sospechosas, pero no podía disimular la grata curiosidad que sentía por sus “sueños”.
- - Hace más de un mes. – el tiempo que llevaba viéndola y hablándole mientras dormía. ¿Pero cómo veía mi cara en ellos?
- - ¿Ha sido continuos?
- - Más o menos. A veces dos o tres veces por semanas. ¡No quiero asustarte…!
Le coloqué
mi mano tiernamente en su mejilla que inclinó levemente hacia mi palma, poco
pareció importarle que estuviese fría ya que se quedó recostada de allí como si
estuviese disfrutando de alguna clase de placer.
- - No me asustas, Bella. Creo…que eres alguien muy intuitiva. - << ¡No te imaginas cuanto! >> Quizá algo en ti te avisaba que llegaría a tu vida. Me siento halagado.
Antes
mis palabras se apartó de mi roce con asombro.
- - ¿En serio no te importa?
Negué
sin hablar.
- - ¿Por qué? Otro en tu lugar saldría pitando de espanto gritando que yo soy una loca y que me alejara inmediatamente de ti. – pronunció las palabras con un falso tono divertido, pero supe que en el fondo estaba especulando con varias respuesta.
Seguramente
pensaba que solo quería acostarme con ella e irme para siempre. La verdad…es
que eso era mitad verdad. Solo que no pensaba irme y ella no podría huir.
- - Creo que ya fui bien claro. Me gustas, tal vez demasiado para las pocas veces que nos hemos visto. Pero aunque te suene cursi, me cautivaste desde el principio. Sin haber siquiera abierto la boca, imagínate lo que sintió este pobre…- me señalé el pecho pero contuve la risa antes de seguir hablando. A pesar de que hablaba en serio. – hombre al ver que se le acercaba una despampánate afrodita moderna.
- - ¡Cállate! – dijo tímida mientras se mordía el labio con nerviosismo y sensualidad.
Tuve
que recurrir de nuevo a mi autocontrol para no tener una erección que acabara
con todos mis progresos hasta ahora…pero lo que vino después no lo pude
contener.
Alargué
mi mano hasta que mi pulgar rozó su labio hasta que ella soltó el agarre de sus
dientes. Sabía que sería placentero, pero nunca esperé sentir ese ramalazo de
calor que me envolvió cuando caí en cuenta que era la primera vez que rozaba su
boca estando ella consiente.
Avancé
poco a poco hasta que intercambiamos alientos, podía sentir el suyo cálido que
entraba para calentar mi garganta, que no solo ardió de sed, sino también de
deseo. Sobre todo de eso.
- - He pensado en esto desde que te conocí. – susurré a un centímetro de su boca.
Su labio
inferior temblaba ante la expectativa de recibir la caricia anhelada de mi
boca. Sonreí en mi interior con perversidad. Yo también lo quería.
- - ¡Pues toma lo que quieras, Edward!
- - No digas cosas de las que te puedas arrepentirte luego.
- - Tu mismo lo acabas de decir tú mismo ahora. Puede que me arrepienta..pero no será ahorita.
Dicho
esto me tomó del cuello de la camisa y juntó nuestros labios. De verdad que
quise ser suave y tierno por ser el primer beso. Pero cuando se tiene casi un
siglo esperando por una compañía como lo era ella para mí, el autocontrol se
vuelve un término desconocido, o al menos no es bien recibido.
Sin más
preámbulos mi lengua se abrió paso vorazmente entre nuestros labios para
explorar los secretos de sabor que ese lugar tan codiciado guardaba para mí. Pero
ni mis mejores suposiciones se acercaban a esto. Era como el cielo y el infierno.
La gloria y la perdición. Un ángel y un demonio juntos en los labios de una
mujer que pronto sería inmortal.
No quería
separarme, fue exquisitamente corto, pero si no me apartaba de ella en ese
preciso instante la tomaría ahí mismo, aunque su cuerpo fuese frágil. A
pesar de que su piel seguía siendo sumamente delicada. Podía dañarla…matarla.
¡No!
La esperé demasiado como para perderla. Eso me dolería demasiado, y yo no sé
lidiar con ese sentimiento. No pienso en su bien, sino en el mío. Solo que para
que mi deseo sea saciado; si es que eso era posible; necesitaba que ella
siguiera sana y salva.
Por toda
la eternidad y a mi lado.
Poco
a poco me deshice de la presa de sus labios, pero antes de separarme totalmente
le di un beso corto en las comisuras para que quisiera más de mí. Pero no lo
haría esta noche, sino cuando yo quiera y eso sería pronto.
Mis necesidades
de hombre me lo pedían.
Poco
tiempo después me despidió en la puerta de su departamento, no le dejé que
bajase a despedirme a las afueras de su edificio. Ella quedó encantada con mi caballerosidad
y yo con su obediencia.
Si ella
sería sumisa, me haría las cosas más fáciles.
Cuando
llegué al lobby me topé con un señor algo avanzado de años, uno sesenta años
quizás que tenía un manojo de llaves con las que se apresuraba a cerrar la
puerta de la entrada.
- - Buenas noches. – dije con una sonrisa algo oscura al recordar el final del conserje anterior – Voy saliendo, caballero.
El hombre
de pelo canoso y estatura mediana me concedió el paso con gran educación a
pesar de lo agotado que se veía.
- - Pase usted, caballero ¿Volverá muy tarde? Es que debo cerrar el portón ya que el otro conserje se desapareció sin dar señales de vida y la junta de condominio cree que pueda volver y levarse algo de aquí. No quiero sonar indiscreto pero es lo que se me ordenó que dijese en casos como estos.
- - Tranquilo. Voy de salida. Es mi…novia quien vive aquí. Asi que no volveré sino hasta maña. Que descanse.
El hombre
sonrió y me dije a mi mismo que este no merecía un trágico desenlace como el
otro. Al menos por ahora.
Reí ante
mi maldad autodesarrollada mientras iba
de camino a mi volvo plateado.
Era una
criatura terrible, sin escrúpulos.
-
Deberías temerme, Bella. Deberías hacerlo. –
y me carcajeé ante las pocas posibilidades que habían de que eso ocurriese.
OH
DIOS POR FIN!! Bien chicas espero que esta nueva entrega les guste. Sé que me
tardé mucho; como siempre; pero tengo demasiadas cosas que hacer y que n puedo
posponer. De todas maneras denle las gracias a mi amiga del alma Rochii que me presionó
para hacer este capítulo más rápido. En realidad me chantajeó; con publicar mi teléfono;
pero en fin aquí se los dejo.
PD:
Te lo dedico Rochii, por animarme a seguir escribiendo cielo..y por darme un
sobrinito tan bello.
“Creen
que el capítulo fue bueno? O malo? Pues déjenme un comentario!! O no me lo
merezco?”
Awww amiiii gracias me fascino adore cuando edward comenzó a ser mas tierno y a pensar en bella antes q en el <3 no puuedo ni esperar x el prox cap....(lo q signifik q te seguiré chantajeando jijiji :D) besiitos amii me encanto el cap estuvo buenisimo... :DDD <3
ResponderEliminarhola linda!!! me encanto el capitulo ya lo esperaba con ansias... jajajaja me alegra haberme topado con tu historia en twilight entre amigas fue x ahi q me encontre tu blog n_n....
ResponderEliminarrealmente me encanta tu historia me fasina esta Edward malo pero al mismo tiempo tierno n_n
sigue asi linda
Heey!!! hermanaa!!, esta lindisimooO!!!! <3, Rochi hace bieen en chantageartee xD
ResponderEliminarte quieroo!!!, besooos!!!
y me puedes mandar un Edward como ese?, lo agradeceriaa, es perfectamente malvado y sexy!! qe mas quiero? xD
Te adoroO!!!
El capitulo estuvo genial aunque yo creo que ese vampiro malo y sin corazón merece tener un castigo que en verdad le duela y lo haga valorar las cosas que tiene de una vez y para siempre.
ResponderEliminarCuidate mucho y nos leemos siempre...
http://miangelpersonal.blogspot.com/
ahh! excelente capitulo, mas malo mas sexy!!
ResponderEliminareste edwrad me para lo pelos con sus maldades, pero me fascina.
sobnre todo esa frase del final!!
ansiosisima por q publiques el q sigue!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarpero bueno supongo q debo ser muy paciente!!!
gracias de veras q este nuevo Edward ha estado maravilloso!!!
es tan jodidamente Sexy!!!
sorry si fue grosero pero es la vdd
como sea, publikas pronto si?????
desde Peru un abrazo fuerte, adoro esta historia!!!
Besotes