DIARIO DE BELLA I

Hace tanto que no me sentía como me siento con Edward, es tan profunda e intensa nuestra conexión que se hace palpable a veces. No me importaba mucho lo que dijera Ángela, ella no podría entender esto.
Lo de Edward y yo, es más que un simple enamoramiento es como algo único y que se siente como si sólo pasara una vez cada mil años.
Quizá ya estoy escribiendo tonterías, miles de tonterías.
Él, y sin exagerar, vive en su mundo, por eso es que tal vez Ángela sí tenga razón, es un amor muy inusual, además es mi trabajo y él es mi paciente, no tiene lógica, ni ética.
Debo parar, debo dejar esto, son las 3am mañana trabajo, con Edward. ¡Al fin! Lo extrañé tanto…
Ok, ok, ok ya basta, … son las 3am y yo sigo pensando en Edward, ¿qué demonios me pasa?
No lo sé, quizá debería tomarme un tranquilizante o dejar el trabajo, no dejar el trabajo no, necesito el dinero y el prestigio para mi futuro y lo necesito a él como mi aire para respirar, no sé porqué, pero es así.
Hace un tiempo soñé, que conocería al amor de mi existencia, y mi mundo cambiaría totalmente…
No lo creí, yo no creía en esas cosas, y luego lo vi, en el momento en que lo vi supe que era especial, era como si un ángel se detuviera en el mundo sólo un instante para verme.
Injusto.
Es tremendamente injusto con esas otras personas que intentan y buscan y jamás consiguen al amor de su vida y vengo yo como si me creyera lo mejor del mundo y lo conozco en un triz.
Le veo mejoría, sí hay mejoría, pero no sé si sea capaz de soltarse de esas paredes a las que se aferró y crecer dejarse llevar de la mano por mí.
Por otro lado está la aprobación, el Sr y Sra Cullen han sido muy especiales y buenos conmigo, como para que yo llegue de la noche a la mañana a decir que estoy enamorada de su bebé, de ese niño tímido y cerrado que les ha robado más de una lágrima.
No sé qué haré, por ahora sólo dormiré para mañana estar feliz con Edward, para que él se sienta feliz.